Continuando con las
sesiones que estamos desarrollando en Virtualware, en esta ocasión contábamos
con la presencia de Piedad Arbaiza de Newfield Consulting.
En esta ocasión tratamos
las PROMESAS y las PETICIONES, el día a día de cualquier entorno, tanto
personal como laboral. Piedad comenzaba
la sesión con la aparente sencilla pregunta “¿cómo somos pidiendo? ¿Y
ofreciéndonos? Para ello, nos
dejaba claro que promesa se convierte en promesa desde que se hace, no solo cuando
se cumplen. Es importante cumplirlas,
porque cuando no lo hacemos es cuando se
rompe la confianza, y es cuando se va a dificultar nuestro trabajo y va a
afectar a nuestra “excelencia”.
Entrando en una situación
que planteábamos como ejemplo, nos dábamos cuenta de la importancia de
ESCUCHAR, y que no siempre lo que ESCUCHAMOS es lo mismo que PERCIBIMOS, porque
entra en juego la INTERPRETACIÓN. Cada ínvido,
cada persona en cada puesto de trabajo, tiene diferentes experiencias, que nos
hacen escuchar de una u otra manera.
Piedad nos explicaba el
proceso de una PETICIÓN, que realmente es más complejo de lo que parece, y se
compone de 4 fases:
- Creación de contexto
- Negociación
- Realización
- Evaluación
Haciendo el ejercicio, de
recordar una petición que habíamos hecho esa misma mañana, nos dimos cuenta de
muchas cosas, y de que no damos importancia a esas cuatro fases.
Le dedicamos muy poco
tiempo a la GENERACIÓN DE CONTEXTO, un proceso en el que conocemos las
inquietudes del otro, su situación, evitando por su puesto “hacer la pelota.
En la NEGOCIACIÓN,
debemos evitar el “Si criminal” ese que decimos sin pensar, y sin estar seguros de dónde nos estamos
metiendo, y de si seremos realmente capaces de llevarlo a cabo. Debemos
aprender a decir que NO, o aceptar con condiciones, con contraoferta, posponer. Realmente negociando vamos a conseguir que
esa promesa se lleve a cabo, y por tanto vamos a conseguir más confianza, e
incluso a mejorar la petición en si.
Una vez ya hemos dicho
que sí, es la hora de ejecutarlo, y es cuando tendremos que gestionar
contengencias, problemas, incidencias, que siempre siempre surgen, eso bien lo
sabemos.
Y si finalmente cumplimos
la promesa, a pesar de las “penurias” es cuando conseguimos la impecabilidad de
nuestro trabajo. Algo que siempre
cumplimos con el cliente, pero entre nosotros nos cuesta más.
Posteriormente es cuando
evaluamos el trabajo realizado, y donde podemos detectar errores en el proceso
que podremos evitar a futuro.
Hay cuatro factores que tendremos en cuenta para analizar
la confianza en el equipo:
- Vulnerabilidad
- Sinceridad
- Competencia
- Responsabilidad
En Virtualware, desde luego no vamos desencaminados, pero en esta jornada nos hemos dado cuenta de que a la hora de pedir, hay muchos
factores involucrados y hay que tenerlos en cuenta antes de realizar una
petición.
No hay comentarios:
Publicar un comentario